¿Dónde toreamos?. (AGENDA DE FESTEJOS)

jueves, 30 de junio de 2016

EL CLUB TAURINO TALAVERANO ENTREVISTA A JOSÉ ROJO


Foto: HOY.ES

Hoy hablamos con la sensación taurina de la Feria de Plasencia 2016. Un novillero joven, de 18 años, natural de Trujillo que tuvo una impactante actuación en la novillada que abrió el serial. José Rojo llamó la atención de todos por un valor seco, sin trucos, que recordó la figura del novillero de siempre. 
Este sábado torea en Malpartida, a una hora de Talavera, en un festejo de gran expectación en el que los que le vieron en Las Golondrinas quieren volver a emocionarse con él y los que no pudieron verle, quieren ver a la sensación taurina del momento.
Hablamos con José Rojo, de quién Juan Bazaga dijo la frase más torera para un chaval "éste quiere ser torero".

¿Por qué torero?.

La verdad es que siempre he estado en contacto con el mundo del toro y llegó un momento en el que me atreví a dar el paso. Este contacto viene sobre todo de mi padre que conocía a mayorales, ganaderos...
Y fíjese, mi padre era bombero, no del toro pero tenía esa relación con ellos.

¿Cómo se toman el momento en el que usted les dice "quiero ser torero"?

Lo aceptan bien. Ellos son de la opinión de que deben apoyarte en todo, siempre que sea algo bueno. Mi padre se lo olía pero para mi madre fue una sorpresa, podríamos decir que impactó.

Me llama la atención el hecho de que usted comenzara en Guadalajara (CITAR), ¿por qué allí?.

Al principio yo iba por mi cuenta hasta que un día nos dijeron que nos teníamos que apuntar a una escuela. La primera idea fue Badajoz pero a mi familia le suponía un coste muy grande el tener que llevarme y traerme, mientras que CITAR ofrecía las mejores condiciones. Estuve dos años allí y supuso que me tuve que ir interno.

¿Quién le habló de esa escuela?.

Joselito. Un amigo de mi padre, casi un hermano, es mayoral de su ganadería. Íbamos mucho allí y el maestro, al pedirle consejo, le dijo que el CITAR era la mejor opción sin dudarlo.

Un paso duro (irte interno) para un niño.

En esa edad, unos catorce años, todo te lo tomas como un juego. Se hizo duro a medida que me fui dando cuenta de lo que suponía, cuando me enteré que aquello no era el juego como yo me lo había tomado. Esa dureza que fui descubriendo me hizo madurar. 
De repente allí nos tocaba hacer de todo menos la comida: planchar, limpiar, hacer la colada... y eso te hace avanzar. Además vivía con chavales mayores que yo y eso se nota. Esa etapa se acabó aunque la disfruté mucho.

En esos años el CITAR está en manos de Iván Fandiño, ¿qué supuso para la escuela?.

En ese tiempo conocimos más al maestro, supimos lo que siente un torero en una época en la que además él acababa de abrir la puerta grande. Nos aportó muchas cosas también personales y, sin duda, ha marcado un antes y un después para mí.

El torero nos habla del ilusionante debut en Cabanillas el pasado julio en el que la espada no ayudó pero sí supuso mucho al medirse con novilleros más preparados que él.  Continuamos hablando ahora de su siguiente etapa, su paso a Madrid.

Vivo en un piso aquí. Tenemos más libertad en el sentido de que si quieres ir al cine te vas, si quieres salir con tus amigos igual o si quieres ir a ver una novillada a Las Ventas. En el CITAR vivíamos en un pueblo de poco más de cien personas y lo único interesante era salir a pasear. 
Ahora bien, los entrenamientos aquí son más intensos y más duros, hay más tentaderos...

Este invierno se ha apreciado en usted un gran cambio, ¿se debe a Madrid?

Me ha aportado mucho técnicamente. Gracias a la escuela he podido hacer muchos tentaderos y eso se nota. Soy de la opinión que evolucionas más entrenando que toreando una vaca, lo he comprobado, pero estar delante de reses también hace mucho.

Este año ha revolucionado el toreo con su tarde en Plasencia. ¿Un antes y un después?

Sí, supuso mi debut de luces en Extremadura. Eso ha logrado que muchos me conozcan ya que solo me conocían de oídas por el hecho de haber toreado solo en Madrid, Guadalajara y Toledo. 
Esa tarde me sentía como en casa. Había muchos aficionados de Extremadura, vinieron a verme de Trujillo y eso te presionaba pero me motivaba. Además, toreaba con dos toreros muy preparados y sabía que tenía que arrear.

Y arreó. En el quite al primero de la tarde Plasencia se fija en usted.

Era mi intención cambiar la tarde en ese momento y, como dice, funcionó pese a que no terminó de ser limpio.

Vimos un novillero verde, una gran cualidad en el que empieza, puro valor, sin trucos y Plasencia se entregó. Usted no paró allí y se fue a portagayola.

Pienso que tenía que ir, quería lograr que la gente supiera que había ido a jugarme la vida. 
En lo que dice del valor tengo mil defectos, técnicamente no ando muy allá porque me he vestido solo tres veces de luces y cuando no tienes esa técnica tienes que apoyarte en el valor para que la gente lo vea. 

Plasencia, conmocionada, ve cómo usted resulta herido al entrar a matar. Todos pensábamos que ya no salía. 

El médico dijo que no iba a salir, lo comunicó al Delegado. Nosotros, mientras me cosían, vimos que no había afectado el corte a tendones importantes y quisimos salir pero nos dimos de frente con esa negativa. Nos quedamos un momento con la duda de cómo hacer para salir, al ver que lo había comunicado el doctor, pero teníamos claro que íbamos a salir con o sin consentimiento suyo. Y así hicimos.

Y salió. El corte le hizo intentar matar con la mano izquierda

Se me saltaron los puntos pero al ir caliente no sé cuando. Creo que en las zapopinas porque allí tuve que hacer muchos movimientos. Intenté matar con la zurda para dañarme menos pero hay que atropellar la razón, lo tengo claro. Para ser algo en esto hay que atropellarla más de una vez.

¿Ha servido?

Sí, amigos míos han dicho que hay mucho ambiente para Malpartida. Eso motiva.

Cuando hablamos de esos defectos y esa falta de trucos, hablamos de una virtud en un novillero sin caballos

La gente pudo ver a un novillero que no cuenta con la salvación de la técnica pero que se pone en el sitio, que se juega la vida, eso es lo que llega a la gente. Ahora todo el mundo puede ver las actuaciones por la televisión, las redes, internet... La gente ha aprendido mucho y no se les engaña. Yo siempre intento ser sincero, no engañar porque lo mejor es ir con la verdad por delante.

Usted hablaba de Malpartida. Todos los portales reflejan un sorprendente lleno de más de doscientas personas en la Casa de la Cultura para la presentación. ¿Eso qué supone?.

Responsabilidad, tengo ganas tremendas de que llegue. Ver esa expectación, esas ganas de querer vernos es impresionante. Eso ayuda y motiva. 

Usted desciende de alli.

Por desgracia no pude estar con mi abuelo que era del pueblo, pero tengo claro que tengo la obligación de llevar el apellido suyo a lo más alto porque la gente va a ir a ver al nieto de Pepe Rojo. Yo quiero que la gente vaya y salga orgullosa de que he cumplido con el nombre de mi abuelo y con ellos.

Acabamos la conversación deseándole suerte para una temporada incipiente en cuanto al escalafón inferior para la que "ahí cosas pero hasta que no se cierren no te puedo contestar". Deseamos toda la suerte al novillero que logró que toda Extremadura se ilusione recuperando la figura de siempre de los sin caballos.