El concurso de recortes que presencié ayer en Villaseca de la Sagra fue uno de los primeros de mi vida. Un día, eso sí, que sirvió para sacar enormes conclusiones.
La primera fue que la falta de toro destroza todo. Una absurda normativa, animada por acomplejados envidiosos, provocó que a La Sagra saltaran cinco mínimos erales que supieron a nada en comparación con la grandeza, en todos los sentidos, de los toros de Ventorrillo del año pasado. Triste fue ver pitos, merecidos, cuando saltó el segundo de la noche.
Los defensores de la tauromaquia, adalides del postureo, deberían empezar a trabajar en cuidar detalles como éste. Y sí, por defensores de la tauromaquia entiendo a los que viven del y por el mundo del recorte.
La segunda fue la enorme expectación que levantó el concurso, hasta el punto de colgarse el no hay billetes. El toro manda en La Sagra y eso es una auténtica bendición. Lo malo es que con el tamaño de los eralitos de ayer...
La tercera está relacionada con la juventud de los asistentes. Villaseca preparó una fiesta nocturna que congregó a animosos jóvenes que aplaudieron y disfrutaron con los recortadores.
Queda claro que las cosas bien hechas tienen premio, lo malo es que los sectores externos pegaron ayer un duro golpe con su absurda normativa.
En cuanto al concurso destacaron los jóvenes que buscaron su paso al concurso general con la espectacularidad peculiar de Jesús Sánchez y las buenas maneras de Carlos Sánchez, de Albacete. Pasó, tras levantar La Sagra con un espectacular quiebro, Carlos Sánchez.
Desde ahí el concurso pasó a un cierto sopor con los erales de Cebada soseando y los recortadores ofreciendo poco juego en el segundo turno.
La noche se levantó con Pakito Murillo con sus poco ortodoxos saltos que causaron sensación en los tendidos. Al que esto escribe, le gustaron más los recortes de plantas quietas pero, para gustos, los colores.
En el tercer turno del concurso llegaron los mejores momentos de la mano de Use. Un espectacular salto al hilo de las tablas levantó al coso toledano, catapultándole con toda justicia a la final. En este caso el salto fue más ajustado que los de Pakito y con el enorme mérito del eral parado en tablas.
La final se realizó con un parado eral, más serio eso sí, en el que poco o nada hubo destacable salvo un salto similar de Use que le propició el triunfo. En segundo lugar quedó un aseado J.Castaño, un muy de público Pakito tercero y cuarto C. Cortijo.
SIN TORO NO HAY FIESTA Y LOS ADALIDES DEL TORO EN NUESTRA TIERRA SIGUEN SIN ENTERARSE. SI EL AÑO QUE VIENE LA GRAN FIESTA DE ANOCHE NO SE REPITE, LOS CULPABLES SERÁN LOS QUE OBLIGARON A LIDIAR ERALES.
¿En vez de erales llegan a ser toros de Cebada y hoy todos hablarían de ello?
P.D. Enhorabuena a Josué y Villaseca por el gran trabajo y por las facilidades dadas a nuestro club.
