Hoy conocemos a un torero jienense que cautivó por su pureza y mano izquierda en el certamen de Soy Novillero de Castilla la Mancha Televisión. Un joven valor que se dio a conocer en el certamen de novilladas de Canal Sur y que ha logrado ilusionar a una provincia necesitada de volver a ilusionarse. Un novillero que habla con ilusión de un sueño por cumplir y que transmite felicidad por estar viviendo este camino. Hablamos con un torero que dará que hablar, hablamos con Daniel Garcia.
¿Por qué quiso ser torero?
Me viene por mi padre que es picador. Al principio no me llevaba al campo ni a la plaza porque no quería que toreara. En Mariano Blázquez empezó todo de niño. Lo dejé pero ya me había picado el gusanillo, nunca fue un juego para mí.
¿Por qué no quería su padre?
No quería que fuera torero. Lleva más de veinte años de profesional que conoce tanto la profesión que no quería. Cuando empecé a entrenar en serio ya no tuvo más remedio que ayudarme.
¿Costó?
Me hizo unas pruebas para ver si era verdad o mentira que quería. Cuando había toreado poco me puso delante de unos toros en el campo. Esa fue la prueba.
¿Es su padre su mayor crítico?
Es la persona en la que más confío junto al maestro Campuzano que me ayuda. Son en los que más confío y los que más consejos me dan.
Una vez convencido su padre, ¿cómo fueron sus inicios?
Empecé en la tapia toreando becerras una vez que las dejaban los matadores. Allí recibí varias volteretas y alguna cornada antes de debutar con caballos.
Su trayectoria tuvo poco paso por una escuela taurina
Estuve en la Escuela de Baza y allí entré en el certamen de Canal Sur dónde pude ampliar mis conocimientos toreando pero mi paso por la Escuela fue muy corto. Después toreé unas treinta y dos novilladas sin caballos.
En esa etapa sin caballos Castilla la Mancha le descubre en "Soy Novillero"
Me sirvió mucho para aprender de mis fallos con la espada. En la semifinal pude disfrutar de una buena novillada, es la que
mejor recuerdo. Las demás sirvieron para aprender y corregir fallos.
¿Qué sabor le dejó la final?
Me dolió mucho los fallos con la espada, no el hecho de no ganar. Si no hubiera fallado con la espada, aunque no hubiera ganado, me hubiera ido contento.
En Illescas pudimos verle en directo en la semifinal y la final, llamaron mucho la atención la gran cantidad de partidarios pese a la distancia.
Muchísimos. Tengo una peña con mi nombre en la que el presidente Diego, Pepi... me ayudan a que la preparación sea mayor en el campo ya que me regalan toros. También van donde toreo y tengo la suerte de que son cientos los que me siguen. No tengo palabras para agradecérselo.
En el certamen muchos nos quedamos prendados de su pureza
Siempre busco torear con verdad, lo más puro posible y, sobre todo, lo más despacio posible.. Lo que quiero es aprender a torear despacio y que llegue al público y pueda disfrutar con mi toreo.
Cuenta Luis Miguel Parrado en su blog, Los Caminos del toro, que su relación con el maestro Campuzano tuvo un origen muy torero.
Todo empezó en Baza en 2014. Estaba sin caballos. Maté una novillada de Sorando en el que, por las complicaciones del novillo y mi escaso bagaje, me dieron varias volteretas fuertes pero yo siempre me volví a poner. Esa tarde pude pegar tandas que llegaron arriba con un novillo que transmitió mucho. Le maté y corté dos orejas. Entré en el callejón, cogí la montera y empecé a torear. Yo no había hablado casi con el maestro y se acercó para preguntarme si tenía ganas de seguir toreando pese a la paliza. Después de eso llamó a mi padre diciéndole que que quería ayudarme y hasta ahora.
Antes me hablaba de que Tomás Campuzano era una de las personas, con su padre, que más consejos le daba. ¿Qué le aporta?
Conocimientos sobre el toro, me ayuda a entenderlo, la forma de estar en la plaza y también me ayuda como persona. Aún no me creo que una persona así, tan grande y humilde como el maestro, se fije en mí y me eche una mano. En el campo le aprecio mucho porque si me da un consejo, lo pongo en práctica y se ven rápido los resultados, eso es una satisfacción. Nos une un sentimiento muy grande.
Luis Miguel Parrado, referente periodístico en Jaén, le llamó a usted "la gran esperanza de Jaén", ¿pesa esa responsabilidad?
Me ilusiona, no me pesa. Me llena de responsabilidad porque uno siempre sueña que las cosas salgan bien, que la gente disfrute y que pueda sentir el toreo. En la zona hay muchos compañeros con cualidades y maestros como Lamelas, Curro Díaz y Adrián de Torres. Yo estoy empezando y lo que quiero es aprender.
El debut con caballos llega con la temporada avanzada
No tuve la oportunidad de torear antes. Fue mi oportunidad
el 4 de octubre, aparte de la repercusión que tuvo yo estoy contento por debutar. Empecé la novillada y salieron las cosas permitiendo que la gente se ilusionara más y de ahí empezó a seguirme más gente.
Pese a ello los contratos parecen no llegar, ¿es usted paciente?
Tengo mucha paciencia, sé que las cosas llegarán. Hay que prepararse fuerte como estoy haciendo en El Añadío porque todo llega y hay que aprovechar el momento y la oportunidad cuando venga.
Y por delante Villaseca
Es una gran oportunidad estar en un certamen de tanta tradición. Me puede permitir abrir muchas puertas disfrutando de esa afición. Eso me llena de responsabilidad e ilusión. He seguido ese certamen y he visto que han pasado maestros como López Simón, Joselito Adame, José Garrido, Roca Rey... Tienen un gran mérito y una gran afición allí.
Por delante...
28 de agosto Cerceda con El Retamar, luego Villaseca 11 de
septiembre, Moralzarzal y Arnedo.
Madrid
Está ahí, me encantaría. Todo el mundo habla de Sevilla, una
gran afición pero Madrid no sé que tiene que me gustaría torear allí. Cuando
venga, no pongo prioridad entre una y otra, por supuesto.