ENTREVISTAMOS A FRANCISCO RIVERA ORDÓÑEZ "PAQUIRRI"

Hoy tenemos el honor de hablar con Francisco Rivera Ordóñez "Paquirri". Un torero con una trayectoria con grandes triunfos en todos los ruedos del mundo y compitiendo con las figuras durante toda su carrera. Acompañado de la virtud de ser un torero taquillero, algo esencial siempre pero más en estos momentos donde la fiesta atraviesa un duro momento, comparte con el Club Taurino Talaverano sus sensaciones y recuerdos de nuestra ciudad antes de hacer el paseíllo el próximo 15 de Mayo con El Cordobés y Alberto Aguilar ante toros de Guadalest.

Agradecemos al maestro su amabilidad y el atender a nuestro club.

De familia torera, ¿pesaron sus apellidos en el comienzo de su carrera?.

Pesan todavía, lo que pasa es que también te abren puertas. Lo que sí que te puedo decir es que es un orgullo llevar los apellidos que llevo.

Usted va desarrollando su trayectoria con grandes tardes llegando a rozar la Puerta del Príncipe y con tardes recordadas en Las Ventas. ¿Ahí pudo llegar el momento en el que la gente le vio como un torero propio y no como hijo o nieto de?.

Que me digan hijo o nieto me llena de orgullo. Cuando se toma la alternativa y toreas en las ferias, evidentemente, a la fuerza te empiezan a mirar solo a ti. Llega un momento que te miden a ti solo porque eres tú el que estás delante del toro. Es un ciclo normal.

Torero de gran capote y mucho temple.

Muchas gracias. No me gusta hablar de mí, me sienta regular. El capote es algo que me gusta y el temple es fundamental para torear. El toreo que me gusta es con despaciosidad. Como mejor dominas al toro y le seduces es toreándolo con temple.

El calificativo de torero mediático, ¿por qué cree que es mal usado en ocasiones?.

Porque muchos de quiénes lo usan lo hacen de manera despectiva. Para mí el término no es nada malo, al revés. El primer triunfo de un torero es meter gente. El aficionado va a las plazas, lo difícil es meter a la gente que no es aficionada. Hay gente que lo usa como despectivo pero es una cualidad el llevar gente a la plaza.

Llama la atención que muchos de los que se quejan de los mediáticos son quiénes luego se aprovechan de esa condición para poder tener toros. ¿Es un contrasentido?

Si critican y se aprovechan es de hipocresía, no un contrasentido. El toreo es infinito de colores, hay toreros para todos los gustos. 

A la plaza va gente que le gusta un torero. Si tienes más afinidad con uno vas a verle a él y a los otros les respetas. 

Hay una realidad. Parece que para ser un aficionado de libro, de esos aburridos, con olor a neftalina hay que criticar a toreros entre los que estoy yo. Esos aficionados que no vengan, que me dejen vivir mi vida, yo no les molesto tampoco a ellos. Hay consigna de criticar a unos como para ser más ellos. Sé lo que es esto y he vivido la cara y la cruz del toreo.

Se retira pero vuelve. ¿Qué le empujó a tomar ambas decisiones?.

Me retiro porque esta profesión, por desgracia, tiene un momento en el que se termina. Uno va cumpliendo años y el toro siempre tiene cinco. Llegó un momento en el que pensé que había llegado la hora, que para la familia era un sacrificio muy grande y estaba convencido que se acababa pero no he sido capaz de aguantar sin torear, no era tan feliz como imaginaba que sería sin ello.

La verdad es que necesitaba torear para ser feliz. Además me ofrecieron cosas bonitas celebrando mis veinte años de alternativa y qué mejor forma de celebrarlo que toreando. Llegó lo de Huesca y pensé que así no me podía ir. La idea era retirarme en 2015 pero estoy disfrutando mucho toreando.

¿Un torero no se retira nunca?

El torero se retira de la práctica pero no de ser torero, de eso no se retira nunca. Lo que más me gusta del mundo es torear. Es la esencia del toreo, para mí, torear en el campo con mi familia y amigos. Algún día llegará en el que no pueda hacerlo. En ese sentido somos artistas frustrados los toreros porque llega un momento en el que nos sentimos obligados a dejar nuestro arte.

¿Qué recuerdos tiene usted de Talavera?.

Muy buenos. Recuerdo una tarde en una corrida de Fernando Peña especialmente y los recuerdos son muy buenos. Fui empresario de aquella plaza. Siempre me han recibido con mucho cariño y acogimiento. Es un sitio que me gusta.

¿Las figuras como usted deben dar un paso adelante para recuperar plazas como ésta?.

El torero debe ir donde se le llame, donde haya un acuerdo entre empresa y torero. Debe torear que es para eso es torero.

¿Con cualquier compañero?.

Los compañeros los deciden las empresas. Hay carteles que pegan más que otros. En Talavera hace falta un cartel rematado que lleve gente. Yo nunca he puesto pegas a ningún compañero.

¿Se puede competir, en pleno Mayo, con San Isidro?.

San Isidro es San Isidro y Sevilla es Sevilla. Son dos plazas que se salen de la rutina. Con Madrid nadie puede competir. Se puede dar otro espectáculo, para gustos colores.

Madrid tiene sus toros, sus toreros, sus públicos. No todos quieren ni pueden ir a Madrid. El cartel de Talavera me encanta, es atractivo y esperemos meter gente en la plaza. Vamos sin intenciones de competir contra San Isidro ni contra nadie. Tenemos nuestra pelea en Talavera que es la de meter gente, estar bien y que el aficionado y nosotros disfrutemos. Los toreros actuamos con el fin de poder realizar nuestros sueños.